El día 8 de Octubre, en el refugio de la laguna grande de Gredos, me sorprendió la cantidad de aviones roqueros que aún permanecen allí, no pude dejar de recordar la leyenda medieval según la cual las golondrinas, aviones y demás insectívoros migratorios se concentran en los lagos en otoño para sumergirse cuando nadie los ve y no volver a salir hasta la primavera.
Ahora sabemos dónde van en invierno. Pero no deja de ser precioso comprobar cuánta carga poética encierran las explicaciones de los antiguos a los fenómenos que para ellos eran inexplicables.