Puede que creamos que las aves y pájaros cuando llega el invierno, morirán congelados cuando las temperaturas bajen de cero grados.
La realidad es que ellos están muy bien equipados para sobrevivir a las temperaturas más bajas.
Las aves almacenan grasas durante los cortos días de invierno para mantenerse calentitos durante las largas noches. Es precisamente durante esas noches cuando ellos inflan sus plumas, las plumas inferiores son el aislamiento perfecto – son básicamente chaquetas naturales que atrapan el aire, manteniendo el calor de su cuerpo y evitando que el aire frío llegue a su piel.
Además, ralentizan su metabolismo para conservar energía. También buscan lugares apropiados para descansar, lugares como casitas de pájaros, cavidades en los árboles, matorrales o árboles de hoja perenne o arbustos.
Por último, las aves han evolucionado para resistir el mal tiempo hasta el punto de que sus patas y garras tienen circulación contracorriente. Las aves tienen sangre fría en sus pies, lo que significa que pierden muy poco calor cuando están de pie en tierra fría.
Aquí os dejamos algunas imágenes de especies de aves tomadas desde nuestro hide en el Hostal Almanzor durante esta época cercana a la Navidad.